Uno de los mayores impactos sociales que nos ha dejado la pandemia del coronavirus ha sido cero pesos en el bolsillo, desempleo y desesperanza. Todo comentamos sobre el que pasará con la economía, ¿Cómo se reactivará? ¿Cómo volverá a funcionar? ¿Qué pasa en un proceso de recuperación? La pregunta es ¿Me lleva el mundo o me lo llevó yo? ¿A dónde queremos poner el ambiente o entorno del planeta? ¿Lo dejamos como antes del Covid-19 o lo rediseñamos? ¿A quién le vamos a dejar esa tarea? ¿A los arcontes o draconianos? ¿A las elites o a la decisión completamente nuestra?
Antes del Covid-19 se levantaron profetas y vaticinadores diciéndonos lo que en menos de 10 años iba a ocurrir sobre catástrofe climática, sobre inteligencia artificial, sobre 5G, sobre desempleo masivo, sobre la manifestación del estado profundo, sobre concentración de la riqueza asiática, europea o americana. ¿Queremos volver a repetir? La decisión es nuestra.
Señores y señoras: Todo esto cambió repentinamente. Se han abierto muchos caminos y muchas direcciones, el poder de elección está en pie, la pregunta es ¿A cuál dirección queremos ir? Si, quiere ir usted o quiero y yo. Esta palabra dirección hay que conjugarla ahora mismo: Yo voy en dirección a, tú vas en dirección a, ellos van en dirección a, nosotros vamos en dirección a y vosotros van en dirección a, si ¿A dónde queremos ir todos?
A ver, se están en algunos países comenzando a abrirse las puertas de los negocios para reactivar la economía nacional e internacional, pero la pregunta es ¿Qué tipo de economía queremos activar o tener? Una economía no es un fin es un medio para alcanzar una meta establecida por nosotros mismos. Todos sí podemos crear la nueva economía a seguir y a tener. Hay que diseñarla y rediseñarla. Llegó el tiempo de arreglar esta economía. No, no podemos dejarle esto a los magnates de la economía. El poder está en cada uno de nosotros. Hay que despertar conciencia. Cuando todos unidos, en equipo, con la misma visión nos proponemos hacer algo fructífero lo logramos. Nada es imposible para el que puede hacer más que creer. ¿Qué hay crisis? Si la hay, pero también hay oportunidad. No podemos regresar al mismo esquema. No podemos retornar a lo mismo. Tenemos que dar el salto cuántico.
Sabemos que el planeta tierra está haciendo una nueva respiración, pero seamos sinceros “No se recupera así tan fácil”, es que nosotros no lo recuperamos. El punto de partida se llama RECONSTRUCCIÓN. Lo primero que tenemos que reconstruir es la conciencia social, la unidad de los todos en el todo. Reconstruir es despertar. No podemos dormirnos en los laureles. Tenemos que reconstruir la PROTESTA. Hay que protestarles a los gobiernos nacionales que nos den el máximo beneficio social y ambiental. Que nos conduzcan a una nueva economía social. Si no es ahora, entonces, ¿Cuándo? Si no es así, entonces, ¿Cómo? El momento es ya. Ya y ahora mismo que hagan planes y acciones y no esperar que pase el tiempo o el Covid-19.
Hay que reconstruir la inversión para que todas las ganancias se reinvierten en el negocio creado únicamente para resolver los problemas del pueblo antes que vengan los arcontes del lucro personal. Hay que reclamarle a los gobiernos los programas para los desempleados, reclamo a la asistencia social, asistencia médica, suministros de todos los servicios esenciales, apoyo a las pequeñas, medianas y grandes empresas, opciones de negocios sociales, fondos de capital social, estimulo al sector privado, a las fundaciones, a las iglesias, a las instituciones financieras y a los fondos de inversión. Que surja la economía impulsada por la conciencia social y ambiental. Hay que levantar el entusiasmo a los emprendedores de negocios. No nos quedemos postrados en el tiempo de crisis porque ya está abierto el tiempo de oportunidades. Oportunidad es aprovechamiento. Que nazcan los nuevos emprendedores. Se gestaron en una cuarentena.
Reconstruir es animar a todos los ciudadanos a mostrar su talento como a que los talentosos solucionen los problemas y generen y abran los negocios sociales o de los ciudadanos. Reconstruir es dar iniciativas. Reconstruir es hacer acción nacional significativa. Reconstruir es motivar a los inversionistas a crear empresas para generar empleos para los que quedaron desempleados. Que cada ciudadano tome conciencia que no nació ni estudió para buscar un empleo, sino para abrir un negocio que es crear actividades gananciales. Reconstruir es la gran prueba de liderazgo nacional para demostrar que se puede renacer, que se puede salir de la crisis, que todo es posible para el que puede comenzar a actuar y actuar es hacer y no quedarse en la zona de confort. Llegó el tiempo y ese tiempo se llama OPORTUNIDAD DE TODOS PARA RECONSTRUIR en pro del bien personal y social. Comience usted desde su talento y con su habilidad. Esto es reconstrucción urgente después del Covid.19.

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